Hoy vamos a hablar de las benditas apuestas, y es que es la oportunidad perfecta para humillar cualquier amigo, hermano, papá, primo u otra persona que le vaya a otro equipo diferente al que le vas tú.
Empecemos con las apuestas lucrativas, es decir, las apuestas donde el dinero es el principal protagonista, esas apuestas donde hay personas que te apuestan hasta las perlas de la virgen y a la hora de cobrarles desaparecen como el mismísimo Houdini. En este tipo de apuestas siempre existe la persona ideal para apostar, el pagador, cuando llega a perder no hay persona más puntual para pagar, normalmente suele ser el villamelón, entonces como no tiene idea y apuesta por apostar, le ganas el 99.999999999% de las veces, pero la mejor parte viene cuando te toca perder, el pagador no es cobrador, por lo tanto, puedes estar seguro de que jamás te va cobrar, por eso es la persona ideal con quien apostar, estudios científicos han intentado explicar porque el pagador no es cobrador, llegando a la conclusión de que como normalmente es villamelón, no tiene interés en este hermoso deporte por lo tanto solo apuesta por convivir, no se molesta ni en revisar el resultado.
Después vienen las apuestas humillantes, esas apuestas donde se apuesta la cabellera, vestirse de mujer, matar a un integrante cercano de tu familia, quitarle un pelo a un gato, o decirle a un niño que los reyes magos no existen, este tipo de apuestas es donde más te duele perder, tu orgullo es tan vulnerable tanto como Enrique Peña Nieto hablando en inglés, en este caso es muy dificil que te libres de pagarlas, porque no solo involucran a los apostadores, están los testigos, es una prueba tan fuerte que incluso hay personas que hacen pactos de sangre para este tipo de apuestas, en pocas palabras no puedes escapar de ellas, y cuándo llegas a ser el perdedor no hay nada ni nadie que te pueda consolar.
 |
| Benditas Apuestas |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario